Un catalizador puede dañarse por múltiples causas, entre ellas: el uso de combustibles de mala calidad, la acumulación de residuos no quemados en el sistema de escape, el ingreso de aceite o refrigerante al sistema, o simplemente por el paso del tiempo y el desgaste natural. Su vida útil suele estar entre los 80.000 y 150.000 kilómetros. Una vez pierde eficiencia, el catalizador debe reemplazarse para mantener el buen funcionamiento del vehículo y cumplir con las normas ambientales.